Las redes sociales, como Facebook, Twitter e Instagram, facilitan la comunicación, el contacto y el acceso a la información. Sin embargo, también conllevan riesgos como violaciones de la privacidad, acoso cibernético, noticias falsas y desinformación. Para mitigar estos riesgos, es necesaria la regulación gubernamental y la autorregulación de la industria. El impacto de las redes sociales es profundo, afectando las opiniones públicas, las prácticas comerciales y los aspectos sociales, políticos y económicos de la sociedad.